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Reseñas Recientes

Devotion


El cine nos ha dado siempre una versión distorsionada de la realidad. La necesidad de mantener al espectador pegado a la butaca hace que a la hora de representar acontecimientos reales, se acorten distancias, se alteren las fechas y se aglutinen situaciones que llevaron, en ocasiones, décadas, en apenas un par de horas. Tres si eres Nolan. 

En Devotion nos muestran un fragmento de la vida de un aviador negro de los años 40. La típica historia de negro rechazado por los compañeros blancos, podrías pensar. Pues no, ya que apenas se ven pinceladas del racismo imperante en la sociedad americana de la época. No va de eso. Es algo anecdótico. En un momento dado, es enviado a la guerra de Corea para detener el avance norcoreano sobre las posiciones del sur. Una película bélica con sus explosiones y actos heroicos, seguro que estás diciendo. Pues tampoco. 

La historia se puede resumir en: aviador hace amistad con un compañero. Van a la guerra y al volver de una misión le falla el avión y se ve obligado a aterrizar de forma brusca, quedando atrapado en el fuselaje. Su amigo aterriza para ayudarle pero no puede salvarle y muere. Dos horas para esto. De más está decir que han sido las dos horas culturales más dolorosas de mi vida, y eso que una vez me vi forzado a observar un espectáculo de diávolo hasta que el perro empezó a pasear la gorra. No recomiendo que la veáis ni como forma de dejar este valle de lágrimas.

Sí que sirve para demostrar que, por regla general, la vida de un hombre normal, incluso la de un soldado en guerra, puede ser anodina y carente de hechos destacables excepto pequeños chispazos de interés para los demás, y eso no es material para una historia por sí misma. La realidad supera a la ficción pero hay que saber contarla, a veces incluso inventándose cosas sobre la marcha.


Puntuación: 1 de 5 norcoreanos llorando tras ver la película

Matadero 5


Leí la obra cumbre de Kurt Vonnegut hace algunos años. No me gustó. No la entendí. Pese a todo, leí hasta la última palabra, cosa rara, quizá porque en mi subconsciente supe apreciar la calidad literaria de un relato inconexo en el que se describía parte de la vida de Billy, un americano que está en Dresde prisionero de guerra, el día en que es arrasada hasta los cimientos por los aliados, simplemente como venganza, por cobrarse su libra de carne por el daño recibido por los alemanes; característica, todo sea dicho, que no atribuimos a los "buenos". Además, Billy es secuestrado por los habitantes del planeta Tralfamadore y exhibido en un zoo galáctico. Los Tralfamadorianos le enseñan que el tiempo no es un río que nace y muere en un punto determinado, sino como un lago, siempre presente cada uno de los momentos vividos. 

Cuando descubrí la adaptación a comic, o novela grafica para los acomplejados, decidí darle otra oportunidad, movido mayormente por el hecho de que fuera el escritor favorito del protagonista de Ready Player One, lo cual es aún más increíble que la existencia de una realidad virtual o la posibilidad de la inmortalidad digital. No encuentras hoy día a alguien de menos de 25 años que haya leído Matadero 5 ni aunque estés siete vidas buscando. Dentro de diez años, echa cuentas. 

He de decir que por la visualidad del medio, su versión de tebeo me ha resultado más clara en su propuesta pero igual de confusa en su fondo. Sí, me queda claro el alegato antibélico, incluso su disertación sobre el sentido de la vida, pero siento que el autor me quiere decir algo más y soy incapaz de saber qué. El dibujo corre a cargo de Albert Monteys, más conocido por sus historias en El Jueves, el cual presenta una calidad extraordinaria.

Una historia cruda, descarnada y confusa que no podrás dejar de leer horrorizado por la exposición de la miseria humana que se describe a lo largo de sus 140 páginas. No es para todos, pero la recomiendo. Y si alguien me puede explicar la pieza que falta se lo agradeceré.


Puntuación: de 1 a 5 según el momento de la vida en que estés.

Las 36 estratagemas chinas: Manual secreto del arte de la guerra


Hace más de 3000 años, mucho antes de que inventaran Tik Tok, los chinos ya eran aficionados a los virales. Claro que como en aquellos tiempos lo de mover el culo al son de los tambores solo se hacía en petit comité por la carencia técnica, lo que pusieron de moda fueron los libros de estrategia. No eras nadie si no habías escrito un libro con las claves para vencer a tus enemigos en batalla. El más famoso de todos ellos, al menos aquí en occidente, siempre fue "El arte de la guerra" del general Sun Tzu, pero existieron otros, como "El arte de la guerra II" de Sun Bin, primera secuela de un producto cultural de la historia. Con este los Sun se cansaron y dieron el relevo a otros.

Las 36 estratagemas chinas fue redescubierto en los años 60 del siglo XX. Se desconoce el origen exacto del mismo y no me queda claro en qué consistía la versión original. Este libro, tan actual que hace mención a la guerra de Ucrania de 2022/23, no está firmado por los editores: Ana Aranda y Daniel Tubau, pese a que se puede decir que dejando de lado las 36 frases que contienen dichas estrategias, el resto lo han escrito ellos, pues están complementadas con anécdotas o historias de la época de los Tres Reinos o anteriores, y ejemplos más contemporáneos en las que fueron aplicadas. 

El libro, publicado por la editorial Ariel, tiene 290 páginas y es muy ameno de leer. No solo ayuda al lector a aplicar las mencionadas estratagemas a su vida diaria sino que, además, descubre al neófito parte de la historia china. Si os hacíais un lío con los parentescos en Juego de Tronos, con los chinos os va a explotar la cabeza, aunque algún fan del Dynasty Warriors me diga que él conoce a Cao Cao como si lo hubiera parido. Tras leerlo, te queda la sensación de que los chinos eran como hermanos de una familia del Opus, peleándose solo entre ellos. Quizá esto lo provoque lo exótico de los nombres de los reinos que estuvieron cientos de años guerreando entre sí hasta la reunificación en un solo estado. Puede que a ellos les pase igual con los estados europeos pre-coloniales.

En definitiva, un libro que todo el mundo debería leer al menos para hacerse el interesante cuando invita a su pareja a un restaurante chino. Si usas la estrategia de "Solicitar permiso de paso para conquistar Guo", seguro que follas.

Puntuación: 4,5 kilómetros de la larga marcha de 5

Ready Player 2


He de admitir que Ready Player One me fascinó con todas las referencias a personajes de la cultura popular, la estructura de videojuego, el estilo directo y sin florituras de Kline... Me lo leí en dos tardes y quedé muy satisfecho. Cuando me enteré que Spielberg quería llevarla a la gran pantalla me dije que no sería posible ante la apabullante muestra de propiedades intelectuales que se desplegaba en sus páginas. Pero el caso es que le quedó un producto bastante resultón que no desmereció la obra de la que bebe. 

Sin embargo, cuando anunciaron que se estaba escribiendo su continuación, no pude evitar exclamar un escéptico y sonoro: ¿Cómo? Y es que el primer libro era autoconclusivo. Nada hacía presagiar que las vidas de sus personajes pudieran continuar en la senda de las letras, por mucho que pudiera haberse publicado juegos, series, comics o películas derivadas. Puede que esa desconfianza hacia un producto que a todas luces parecía estar siendo confeccionado en busca de un torrente de dinero fácil, hiciera que tardara más de un año en empezar a leer Ready Player Two desde que lo desCOMPRÉ. Por desgracia, no me equivocaba.

Esta continuación me la he leído también en tres tardes, pero he hecho algo de trampa porque ha habido pasajes que he leído en diagonal, sin causar perjuicio a la trama, ya que superaba mi nivel de tolerancia al sufrimiento. 

El libro está preñado de referencias a la cultura popular de los 80 - finales de los 90, tantas que da vergüenza ajena. Se notan metidas con calzador, a destiempo, innecesariamente. A menos que tomemos a los protagonistas como un atajo de psicópatas esquizofrénicos, lo cual no descarto que sea lo que propone el autor. Para empezar, parte de la presunción de que los niños de mediados del siglo XXI pudieran estar interesados en la cultura de finales del siglo anterior, cuando ahora en 2023 nadie de menos de 18 años cree que existiera vida inteligente antes del año 2000. Esta incongruencia no se notaba tanto en el libro anterior, quizá porque las referencias no eran tan oscuras como en su continuación. En el capítulo que tiene lugar en el Instituto Shermer, escenario de muchas películas de John Hughes, se pasa lista a una serie de actores y sus respectivos personajes que se hace cargante si no has visto todas las peliculas a las que hace referencia o simplemente tienes mala memoria para los nombres. La mayor parte de los cuales no sonarán de nada a nadie que no sea americano y mayor de 40 años. Es significativo del tono del libro el que vayan a una representación de "La chica de rosa". ¡La chica de rosa, tete! De entre los millones de películas clásicas, ¡la chica de rosa!

Además, se sube al carro Woke, porque hay que asegurarse unas ventas por si las moscas, con quejas contra el racismo de Tolkien porque todos los personajes del Señor de los Anillos son blancos. En este RPT no podría decir si el protagonista es negro, blanco o jamaicol y solo recordaba que Hache era mujer y negra lesbiana en las ocasiones en que el autor lo señalaba, como si fuera Copito de nieve en el Zoo de Barcelona. Tú también tienes derecho a existir, parecía que insinuaba a veces. 

Lo woke pasa tambien por la deconstrucción del mentor masculino blanco, ese James Holliday creador de Oasis, transformado en maniaco psicópata por culpa del amor que profesaba por la mujer de su amigo, a la que le escaneó la cabeza sin consentimiento para crearse una réplica virtual a la que convertir en esclava sexual. Algo que hoy día hacen muchos entrenando modelos de Stable Diffusion con las imágenes de sus compañeras de oficina. No le salió bien y de ahí el desencadenante de la historia, la cual se resume en otra búsqueda del tesoro. Este Ready Player Two es a Ready Player One lo que el Episodio VII de Star Wars fue al IV: una bazofia que tiene su cúlmen en la batalla contra los Prince, que no me quedó más remedio que obviar, ahorrándome un puñado de páginas. 

La historia acaba apresuradamente, con un giro que parece pensado más para ser representado en una serie de TV o una película. Imagino que no le quedaban referencias para un capítulo más. Una secuela totalmente innecesaria que, diría, cierra la puerta a este universo, o no. Desde luego, si saca Ready Player Three, espero que lo subtitule "Gimme your money, bitch!".

Puntuación: 2 bits de un byte

Fast 9


¿Quién hubiera dicho a un desconocido Vin Diesel que la película de acción con coches, chicas guapas, ritmos latinos y argumento simplón iba a convertirse en una de las sagas más longevas del cine mundial? Aquí estamos de nuevo con otra entrega de "A todo gas", en esta ocasión llamada "Fast 9", se ve que ya no están tan "furious", algo comprensible pues nadie aguanta enfadado tanto tiempo. 

Como viene siendo la tónica habitual en este blog, hace tiempo que vi la película y ya no recuerdo apenas nada, solo aquellos aspectos que me llamaron la atención como que la acción llegara antes que los diálogos, dejando en claro lo que se prima, no sin antes comenzar con un flashback al pasado de Dominique Toretto que explique el por qué de su porte chulesco, su amor por los coches y su calvicie; amén de presentar al que será la némesis en esta cinta: su hermano John Cena, que sufrirá el mismo arco redentor al que ya estamos más que acostumbrados desde que Picolo se volviera bueno en Bola de Dragón Z. 

En esta película hay más fantasmadas que en Casper, y los actores son autoconscientes, solo hay que ver la cara de Vin Diesel cuando el coche en el que va su hermano es recogido por un avión en el aire. Le falta poco para prorrumpir en carcajadas ante la suspensión de la credibilidad que se van a tragar los espectadores. Esa será quizá la primera de muchas machadas que nos harán reír, porque al final esta saga va de eso, y de disfrutar como enanos. Luego la historia... no lo recuerdo. Aparecía un personaje de entregas anteriores que ni recuerdo, una pirata informática a la que los malos(TM) dan un Commodore 64, de la era pre-Internet (sic) para que piratee una cosa, pero no a ellos. El mcguffin es una pieza para los faldones del coche de Toretto, creo. 

En cualquier caso, corren mucho, explosiones, peleas a puñetazos, algún tiro, drones, policías tercermundistas, chicas guapas y varias cosas más conforman un producto de acción que hará las delicias de los fans. Aparte de la tercera guerra mundial y el fin de la civilización occidental, el siglo XXI será recordado por la lucha de las franquicias de Misión Imposible y Fast and Furious en su afán por dejar la boca de los espectadores tan abierta como la de Tom Cruise agarrado a ese avión.

Puntuación: 4.5 litros de 5 del after shave de Vin Diesel

Crepúsculo


La pillo medio empezada y lo primero con lo que me encuentro es a un grupo de gente muy blanca jugando en las Grandes Ligas Vampíricas. Son americanos, de eso no hay duda. Tras el home run de rigor, aparece un trío de góticos más aficionado al patinaje que al baseball porque parece que vayan deslizándose por el suelo. Curioso, porque no hay hielo. Por el pecho descubierto de uno de ellos, que además es negro, sabemos que no traen muy buenas intenciones. Las culpas a Hollywood, yo solo me limito a describir. Cuando parecía que se iban a integrar en el juego, uno de los malos se pone como un gato en celo. Ah, por lo visto la que está más blanca de todos, follamiga del vampiro guaperas, es humana, y claro, se la quiere comer. Que no le dejen es motivo de que inicie una cacería sin fin para darse el gusto de degustar la sangre de esa pobre acelga humanoide. Por suerte, tiene al Toretto vampiro que jura que la protegerán porque es parte de la familia. Hay una pequeña persecución, una pelea en un salón de ballet, por lo que sea, y ya. Me he perdido dos terceras partes de película así que puedo suponer que la enjundia de la misma esté en lo que he visto porque lo demás es lo que haría que el abismo se quedara dormido si le echara una mirada. El único valor que le encuentro es el estético pues está rodada como un videoclip de Blink 128. Si eres muy sensible al movimiento te puedes marear. Además, acaba 25 minutos mas tarde de lo que debería. 

Película de su tiempo que de haberse ideado hoy día, habría sido realizada como una serie de infinitos capítulos para tener enganchada a la grey, ya que el film da paso a los créditos con una escena que deja a las claras que va a haber secuela, algo que ya se sabía pues adapta una saga de libros.

Puntuación: 0.5 centilitros de 5 sangre de votante español (que es poco menos que agua coloreada)

Willow (TV Series)


A veces me pregunto por qué las grandes productoras rescatan del baúl de los recuerdos grandes títulos de épocas pasadas que luego solo sirven para darle nombre y cierto trasfondo a historias nuevas. En ocasiones llego a la conclusión de que buscan asegurar, al menos, el visionado de las generaciones nostálgicas que recuerdan con cariño a tal personaje o tal serie, por si fracasan en su intento de atraer la mayor cantidad posible de audiencia. Luego los seguidores de toda la vida ven el despropósito que suelen hacer y la serie de turno o la saga de películas no la ve ni el tato, porque las nuevas generaciones están más interesadas en mirarse el ombligo que lo que unos boomers estúpidos han creado para ellos. 

Con Willow, la serie, tristemente, pasa eso. No recuerdo que la película de los 80 fuera un gran éxito, no ya de público en el momento de su estreno, sino en los largos años de nostalgia que siguieron después. Apenas se la recordaba más que por la emo de turno del instituto o el nostálgico de las navidades, momento en que solían emitirla en televisión, como si de una versión moderna del que suspira por el anime de Drácula que pusieron en el programa Mazapán

La nueva serie de Disney empieza varios años después del final de la película, aunque no tantos como para que el bello rostro de la pelirroja buenorra, interés amoroso del protagonista humano, se haya marchitado como un tulipán en mayo. Val Kilmer, por motivos obvios, no sale, pero sí sus hijos, un príncipe follarín y una princesa aguerrida. Teniendo en cuenta los tiempos que corren de deconstrucción de roles y géneros, secuestran al príncipe y la princesa va a su rescate. Como por sí sola tiene menos carisma que un vendedor de enciclopedias, se rodea de personajes variopintos hasta cubrir la cuota racial / cultural correspondiente. No puedo contar más, solo vi dos episodios, lo justo para ser testigo de la aparición de Willow al final del primero, cual Skywalker en El despertar de la fuerza, y contemplar horrorizado en el segundo, que viste como Macaco yendo a por el pan después de haberse levantado a las 4 de la tarde. Por lo que pude apreciar en tan poco tiempo, el diseño de vestuario y la producción no evoca a la película, añadiéndose rasgos modernos que no eran propios de la atmósfera creada por Lucas; siendo este un rasgo característico de los remakes / refritos / continuaciones / reboot de la última década. Todo tiene que ser nuevo por mucho que se apele a la nostalgia en la campaña publicitaria. 

No entiendo por qué no crearon una serie desde cero. Por lo que he visto, no sería complicado modificar el guion para eliminar las referencias al film que le precede, claro que entonces sí que no hubiera visto la serie nadie. Necesitaban atraer a ese público de seguridad que la vería el tiempo suficiente para, al menos, criticarla y que la cadena pudiera salvar los muebles con la primera, y única, temporada, ya que no ha sido renovada ante los bajos números de audiencia. 

Puntuación: 1 dedo de 5 de poder.

 
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